Decoloración de envases expuestos a la luz
En varias industrias, como la de productos de limpieza, la uniformidad del color del envase desempeña un papel fundamental en la identificación de la marca y en la percepción de calidad por parte del consumidor. Cuando un artículo plástico coloreado se expone a fuentes de luz ya sean del exterior o en el interior, como es habitual en cientos de envases almacenados o exhibidos en anaqueles, es posible que experimenten decoloración con el tiempo. Esta decoloración se manifiesta en la pérdida o aumento de intensidad, oscurecimiento y cambio de tonalidad, pueden ocurrir simultáneamente afectando los límites de aceptación del producto y resultando en la producción de lotes fuera de especificación que son rechazados.
Consideremos el siguiente caso: Un transformador de plástico, que utiliza masterbatch para la coloración de sus productos, reportó que el tono final de la última producción no cumplía con las especificaciones, a pesar de que el fabricante de masterbatch seguía el estándar definido sin cambios. Se notó que el color del lote más reciente difería del de los productos almacenados de producciones anteriores con el mismo masterbatch. La investigación reveló que los productos almacenados presentaron decoloración por exposición a la luz. Por lo tanto, el tono del producto recién fabricado, aunque cumplía con el estándar, no coincidía con el de los artículos almacenados que el transformador comercializaba.
Recordemos que, la solidez a la luz de cada pigmento depende de su estructura química y del sistema pigmento-resina. Para un tono transparente, esta propiedad varía según el contenido de pigmento y el espesor de la pieza coloreada, en cambio, en formulaciones opacas con dióxido de titanio, la solidez disminuye con su incorporación. Cuando se trata de obtener tonos pastel, siempre que las exigencias del producto final sean altas, es necesario recurrir a pigmentos de elevada solidez a la luz y a la intemperie, siguiendo las recomendaciones sobre la concentración de empleo y en una resina determinada.
Para mejorar la estabilidad del producto en el caso anterior, se opta por realizar una reformulación con pigmentos de mayor solidez. Además de realizar pruebas de migración, envejecimiento y resistencia a la luz para asegurar que el producto cumpla con los requisitos del cliente. Así mismo se debe tener en cuenta que las condiciones de procesamiento, como la temperatura y el tiempo de residencia, pueden influir en la decoloración.
Es indispensable que todas las especificaciones y pruebas necesarias estén claramente definidas y acordadas desde la solicitud de un nuevo desarrollo de color, especialmente si el producto será expuesto a luz directa o en anaquel. Esto subraya la importancia de mantener una comunicación efectiva entre el cliente y el proveedor de masterbatch, obteniendo evaluaciones pertinentes tanto de la muestra aprobada como del primer lote por parte del transformador y asegurando un seguimiento conjunto de la repetibilidad entre lotes según el estándar establecido.
• Expertos de colorbatch.
• Blanco Vargas, R. (2008). Modulo 3. Bases de la Extrusión. Centro Empresarial del Plástico.
• Gili Bas E. 1990, Coloración de materias plásticas, España, Centro español de plásticos.